¿Qué pasa si transporto una nevera tumbada?
Transportar una nevera puede parecer una tarea sencilla, pero hacerlo incorrectamente puede provocar daños significativos. Una pregunta común es si se puede transportar una nevera tumbada.
En este artículo, exploraremos qué sucede cuando una nevera se transporta tumbada, los riesgos asociados y cómo minimizarlos para asegurar que tu nevera siga funcionando de manera eficiente.
Riesgos de Transportar una Nevera Tumbada
Transportar una nevera tumbada puede llevar a varios problemas potenciales relacionados principalmente con el aceite en el compresor:
- Evita tumbar la nevera completamente: Idealmente, la nevera siempre debe transportarse en posición vertical. Si esto no es posible, trata de evitar que quede completamente plana. Al tumbar la nevera, el aceite del compresor puede migrar a las líneas de refrigeración, lo que impide que funcione correctamente.
- Inclinación durante el transporte: Si necesitas tumbar la nevera, hazlo de manera que no quede horizontal. Utiliza una caja o algún soporte para inclinar el refrigerador, ayudando así a mantener el aceite en el compresor y no en las líneas de refrigeración.
- Tiempo de espera antes de encender: Una vez en su destino, deja la nevera en posición vertical durante unas horas antes de enchufarla. Esto permite que el aceite regrese al compresor. No es raro que una nevera tarde hasta 72 horas en alcanzar su temperatura óptima después de ser enchufada, especialmente si está vacía.
- Si la nevera no enfría: Si después de esperar y seguir todos los pasos anteriores el refrigerador sigue sin enfriar, podría estar en su ciclo de descongelación, que suele durar cerca de 6 horas. Si el problema persiste, puede que haya aceite en las tuberías, lo que requeriría una reparación profesional.
Transportar una nevera no es tan simple como parece, pero siguiendo estos consejos, puedes asegurarte de que tu electrodoméstico llegue en buen estado y listo para funcionar.